El cineasta Marco Berger compite en Berlín con la película Ausente, mientras que el ex Nacional 19 cosecha el aplauso del público y premios en festivales de cine con Plan B

Por Claudio Morales

Un ex alumno del Colegio 19 “Luis Pasteur” estrenó su ópera prima Plan B en la sala de cine del Malba, el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires. En julio del año pasado, se exhibió la película con un singular éxito de público y una crítica periodística que se rindió ante la propuesta artística del filme. Pasó de ser la película del mes del Malba a ser vista todos los fines de semana en los tres meses siguientes. Marco Berger presentó su obra de arte en 2009, en el marco del Bafici, el festival de cine independiente de la Ciudad de Buenos Aires de mayor repercusión en el país, y fue una de las películas más aplaudidas por los espectadores.

En el auditorio de la Cámara de Diputados de la Nación, el guionista y director Marco Berger se presentó ante el público junto a los actores protagónicos, Manuel Vignau y Lucas Ferraro. El Taller de Periodismo del ex Nacional 19 cubrió el evento, además de acompañar al ex alumno del taller que formara parte de la primera época entre los años 1993 y 1995. Tras la presentación, abrió el fuego el director y explicó cómo conoció a los actores principales, “ellos dos trabajaron en un primer corto que hice, en 16 milímetros y en blanco y negro, los conocí a través de Guillermo Feni -que es un actor-, me recomendó a los dos y me cayeron muy bien”. Los actores Vignau y Ferraro ya se conocían por haber trabajado en la película “Como mariposas en la luz”.

“El guión ya estaba bien planteado, hay alguna escena que se improvisó pero en general la película tiene un guión, lógicamente trabajando la escena hay diálogos que tal vez se ablanden, surgen cosas en el rodaje”, comentó Ferraro. “Habíamos visto un corte previo de la película, charlamos algunas cosas después de ver el resultado a mí me generó una extrañeza porque en el momento que ves las escenas te acordás de cosas que tenían que ver con momentos en que se hizo”, expresó el actor Manuel Vignau sobre la impresión que le causó ver la película tras la finalización del rodaje. “Con el producto terminado está bueno, me gusta todo lo que está”, acotó el platense Vignau que inició su carrera actoral en la ciudad de La Plata. Para el compañero en la ficción, el impacto de verse en la pantalla le dejó una fuerte impresión, “a mí ver la película me gustó, el corte final sobre todo, me puedo abstraer y puedo dejar llevar por el relato, y por el fluir de la película sin problemas. Esta película es de las que menos me cuesta ver”.

Lucas Ferraro relató cómo fue la filmación de Plan B, “todo en general en la película fue un clima muy íntimo, es una película que se hizo en 10 días, que ninguno de los que trabajó cobró un centavo por hacerla, todos teníamos un objetivo común y todos teníamos ganas de hacerla. Alguien del Bafici dijo que era una película tan independiente que ni la gente del Bafici se había enterado que existía”. Las risas del público ante una realidad que no significó un obstáculo para el director, todo lo contrario, el bajísimo presupuesto que contó para la realización del filme fue un desafío que llegó a buen puerto.

El filme cuenta la historia de Bruno (Manuel Vignau), que se entera que su ex novia Laura, tiene un nuevo novio, Pablo (Lucas Ferraro). Trata de recuperarla pero no lo logra, ella sólo acepta verse en secreto de vez en cuando. Bruno, no conforme, se acerca a Pablo a espaldas de Laura para tratar de desarmar la pareja desde abajo. Pero descubre una ambigüedad en él. Agarrándose de esto Bruno piensa un plan B, enamorarlo a él que la deje a ella. ¿Es una comedia romántica? Acerca del género de la película, el director Marco Berger comentó que “la gente que sabe mucho de cine trata de buscarle una lógica, entenderla, me dijeron que era de suspenso, -no sé si es suspenso, es comedia romántica- dije yo, cuando la veo de nuevo y la entiendo es verdad que tiene una cosa de suspenso, de esto de atrapar, esa incógnita que parece una estupidez empieza a atrapar al espectador, a trabajar dentro de su cabeza y logra sin querer ser una especie de película de suspenso también porque lo que querés es saber qué va a pasar entre ellos dos”.

Los personajes de Bruno y Lucas en la película, con el correr de los minutos, construirán una relación íntima que pronto los llevará a cuestionar los límites de la sexualidad de ellos aunque no se llegará a una escena completamente explícita. Una declaración de amor por carta que abrirá sentimientos y corazones, donde los espectadores cruzarán los dedos para que el final sea el esperado. “Nos preparamos con Marco hablando de la película, él tenía muy claro que era lo que pasaba, eso nos ayudó mucho”, aseveró Ferraro. Al respecto, Berger expuso su manera de hacer la película, “a mí no me gusta mucho ensayar, casi nunca ensayo y lo que hago es quemarles la cabeza justo antes del plano, los ubico bien, dónde están, qué pasó, dónde están en la película, qué va a pasar, de dónde vienen. El miedo con el ensayo es que salga de un ensayo que no pueda recuperar al momento de prender la cámara”.

Dejó una interesante observación que muestra el oficio del director, como si se tratara de un viejo cineasta, “el otro día me decían cómo hacés para no equivocarte, busco buenos actores siempre, desde el principio, entonces sé que no me voy a equivocar y sé que tampoco ellos se van a equivocar. Después, habrá que buscar la forma. Primero elijo bien con quién voy a trabajar, una vez que ya sé que van a responder, es trabajar, estar en el rodaje y rodar, no volverlos locos”. Plan B es un filme diferente, la forma en que se produjo refuerza esta idea del cronista. “Son formas de trabajar, tampoco me hubiera gustado juntarme con ellos 6 horas, que repitan las escenas, que las hagan delante de mí, a mí no me funciona eso y le da una frescura a ellos y a toda la gente que trabajó conmigo. Hay cosas que pasan en el momento”.

Es una película contemporánea con una temática que, a su entender, no es una película gay, es una comedia romántica. Berger, sin vueltas ni rodeos habló ante el público. “Hay un problema con esto del cine gay -nadie le dice a Trapero que mande sus películas a festivales de temática de cárcel o Ana Katz que mande a festivales de temática de chicas con problemas con los novios- pero como hay festivales de cine gay uno cree que todo lo que pasa, que tenga una historia con un final gay como éste significa que deba ser un cine gay. Yo nunca pensé eso, para mí es una película, cuento cómo veo el mundo y cómo lo entiendo, y resulta que es gay porque soy gay, porque es así, pero nunca le puse una mirada de, qué cosas pueden ser gay o no. Para mí es una película donde dos pibes se conocen”.

Manuel Vignau dejó su impresión, “esta necesidad de encasillarnos para decir esto tiene que ver con esto, que es una cuestión más de mercado, qué alquilo, voy a alquilar una comedia. A mí personalmente me pasa que cuando uno puede catalogar del todo nos tienen que poner en un subgénero nuevo, ¡está bueno! Hay que buscarle la vuelta para catalogar de alguna manera, de hecho después termina diciendo que en realidad pertenece a un subgénero, pero después hay ciertas cosas que no tienen que ver con el subgénero y entonces hay como un error”. Marco remató la respuesta, “yo hice lo que quise, si se parece un poquito a esto o a esto otro, no hago ese cine, hago lo que quiero y si se parece a género, subgénero, si se parece a gay o no gay, genial. La ve como suspenso, la ve como suspenso, la ve como love story también. Es una mezcla de todo, me inspiro en todo lo que veo”.

La película cuenta una historia contemporánea entre dos muchachos de barrio que transcurre en la Ciudad. Un relato que resiste cualquier tipo de encasillamientos, en todo caso, se acerca la cuestión gay a la vida cotidiana. El director remarcó que “la peli tiene eso, es como que el que no conoce lo que podría llegar a ser un gay, tiene tal estereotipo de Gianola que nos vendieron con De Carne Somos, que piensa que todo lo que no es eso no puede ser gay, como no lo asocian, no se dan cuenta que el que tira la bolsa en Manliba capáz que está después con un flaco, no tiene que ver con el trabajo, ni la forma, ni si es gordo o si es flaco, ni si es alto o maricón, tiene que ver con otra cosa, que el deseo pasa por otro lugar. Mucha gente que no es gay, en un punto agradece eso, y el gay muchas veces agradece que se muestre ese otro lado que no siempre se muestra. Parece que el gay es peluquero, diseñador gráfico o de indumentaria, como si hubiera una especie de cliché…”.

En Plan B el sonido ambiente juega un papel muy importante. Berger expresó que “siempre trato de darle importancia a lo auditivo, hay gente que tiene niveles extraordinarios como Lucrecia Martel, que trabaja lo auditivo en las películas y uno se pone a escuchar, es impresionante. Desde esos lugares que uno aprende está bueno pensar qué pasa con la construcción sonora de la película. Lo que quería hacer en esos edificios era una especie… el sonido es como una dragadora, como que algo se está cocinando como por debajo, la imagen sonora que me daba es eso. Algo está pasando debajo, y en el silencio de la soledad, y en el silencio de la cabeza de ellos y de ustedes cuando ven la película. Algo raro hay acá que después desencadena en la película”.

Imágenes y sonido, Marco Berger juega con ellos, “también, esos planos con el sonido los puse porque el espectador ideal que tenía en un punto no era un público culto que entienda y que tenga un amigo gay, sino el que no entienda, el que no sabe, el que viene con la tía y con el sobrino que es gay, primero se horroriza -y casi que no le gusta- entonces le tengo que dar en cuentagotas, no es con una chica que tiene que enamorarse, se tienen que enamorar y encima cambiar de lado”. Agregó que “es demasiado lo que le estoy pidiendo al espectador, le doy todo ese tiempo al espectador para que pueda desear él que pase lo que termina pasando en la película. Cuando al final están juntos casi que lo desea el espectador toda la película y por eso pasa. Si lo muestro rápido tipo comedia, a la mitad de la película se levantan y se van porque dicen yo no quiero ver una de gay; esto no, es cualquiera y se van. Por eso ese tiempo y esa cosa como de mucha meditación en la película. Reconozco que hay películas que a mí me molestan y otras que no. En esta en particular, tiene sus tiempos la película, es verdad, pero estoy haciendo que tu mejor amigo de golpe esté con otro flaco, entonces te tiene que entrar en la cabeza de a poco todo lo que pasa”.

¿Cómo surgió la historia? ¿Cuál fue su fuente de inspiración? Los espectadores tenían inquietudes que quisieron compartir con el director y los actores protagónicos. Respondió el director Berger, “no me inspiré en nada, quería escribir desde un lugar -tal vez- egocéntrico que tengo, como a “El Reloj” que fue mi primer corto le fue muy bien, lo que no quería era caer en repetir, ah esto lo alargo un poco y funciona. Me volqué completamente al otro lado, dije comedia romántica. Desde que pienso comedia romántica agarro todas las comedias románticas que vi en mi vida como estructura, me imagino qué me hubiera gustado que me pase, lo mezclo un poco y escribo este guión donde tiene una estructura de comedia romántica pero de lo que estoy hablando en el fondo es de eso, de cómo dos varones se conocen. La relación de ellos dos nace de ese juego histérico varonil”.

Con una fuerte exposición internacional, la película Plan B recibió la adhesión de los espectadores en los festivales de Londres, Cannes, Roma y La Habana. En salas de cine de Francia el filme tuvo la aceptación del público y de la crítica. En diferentes partes del mundo, Plan B fue editada en el formato dvd. Marco Berger relató con emoción que “estamos muy satisfechos, nos superó lo que pasó con la película porque quería que la película vaya a Bafici, se vea un poco y tuviera una oportunidad de meterme en el Incaa, pero reconozco que en la 3º función de Plan B en el Cine 25 de Mayo (de Villa Urquiza) me puse a llorar, me superaba todo esto que estaba pasando. Todo me superó, desde Bafici hasta hoy. Todo me va superando. A veces digo que la película no la hice yo, se porta mal, hace lo que quiere por ahí y tengo que aceptar todo lo que pasa con la película. Pero me superó infinitamente”.

Lucas Ferraro agregó que “a mí me llegan mensajes por facebook de Francia que se está pasando allá, de Inglaterra, me llegan mensajes de todos los lugares donde se está pasando. Está buenísimo tener esa respuesta inmediata. Lo del Malba es impresionante, estuvo llenando…”. Disparó Berger que “el Malba nos re quiere, porque somos una película éxito en el Malba. Entusiasmado, Ferraro interrumpió al director, “sigue un mes más y si se copan todos, seguimos tal vez otro mes más”. Cerró la exhibición al cabo de cuatro meses con una masiva concurrencia de espectadores, la película prosiguió su marcha por el circuito de cine independiente, lejos de las marquesinas comerciales pero cada vez más aceptado por un público que cree en un cine no sólo como entretenimiento sino también con una propuesta artística. En tanto, desde Berlín, su segunda película Ausente compite en el prestigioso festival de cine La Berlinale 2011 como parte de una legión argentina que desembarcó en Alemania con grandes expectativas. Un egresado del Colegio 19 representa a nuestro barrio por el mundo con su arte y una calidad humana digna de todos los aplausos.






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